Albisteak

Cómo planear las vacaciones

Sergi Ramis (periodista y autor de guías de viajes)
|Artikuluak, Bidaiak Mendiak
|2015-07-03
|Iruzkinik ez

Hace más de tres décadas que sigo el mismo método para organizar mis viajes. Los cimientos son lo más importante: escoger una zona en función del clima. Rastreo qué regiones del planeta son más propicias para las semanas de las que dispongo, y descarto los lugares donde rigen estación de lluvias, nevadas, huracanes o sencillamente los lugareños también disfrutan de sus vacaciones y, por tanto, habrá más problemas para encontrar alojamiento y transportes. Por supuesto, puedes obviar este paso y marcharte a Cherranpuji en pleno monzón –donde caen más de 3.000 mm de lluvia– o al lago Baikal cuando las temperaturas alcanzan los –40ºC, pero tal vez eso sea más una experiencia vital que unas vacaciones.

Una vez escogido el lugar enseguida me apoyo en una o varias guías de viaje. Para escoger los vuelos evito automatismos, como ir a la capital porque sí, a veces las tarifas son mejores en una ciudad secundaria o para un recorrido lógico. Y empiezo a marcar en una lista qué lugares quiero ver. A partir de ahí, jerarquizo: los irrenunciables, otros a los que me gustaría mucho ir y finalmente los prescindibles.

A menudo manejo más de una guía a la vez. Porque las hay que hacen hincapié en los aspectos culturales y sociales, y otras que ponen su acento en asuntos prácticos. Si para mi destino existe una que lo conjuga todo, perfecto.

El tamaño del país o región y su red de transportes públicos es algo que sopeso mucho. En general prefiero moverme con trenes, autobuses y transbordadores, estar en contacto con los naturales del lugar. Y en ese aspecto las guías enseguida me dan pistas sobre si hallaré facilidades o no. Ello me ayudará a valorar la posibilidad de alquilar vehículo. En según qué sitios, una autocaravana, en otros, solo un turismo y en islitas o regiones pequeñas, a veces con un ciclomotor me arreglo.

Nuevamente apoyado en la guía de viajes intuyo si alojarse será fácil y/o barato o todo lo contrario, y si las posibilidades de comer serán muchas y variadas o con tendencia a la escasez. Al final, cierro un itinerario que intento que tenga en cuenta todo lo que acabo de citar, pero dejando espacio para los cambios de opinión y las improvisaciones. Las guías, como su propio nombre indica, orientan y encaminan, no son gurús infalibles. Cuando planees tus vacaciones, deja un huequito para que el viaje te sorprenda.

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