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La vida transcurre de la forma menos pensada, o quizá no, quizá haya algo predeterminado que nos lleve hasta un punto exacto, aunque no nos demos cuenta. Para Simón, acostumbrado a controlar las piezas que forman su mundo, este nuevo negocio le hará hurgar en esa parte de su vida que le presiona por dentro. Y acompañado de las distintas personas que empiezan a agrandar su mundo, descubriremos que lo humano está en todas partes, que los lugares y las personas no son siempre lo que parecen, que dentro de cada persona hay una historia con significado y que cuando nos acercamos de verdad a algo, todo vale la pena.
Después de un tiroteo que casi acaba con su vida, el subcomisario de la Ertzaintza Vicente Parra se reincorpora a su puesto. Ya en su primer día, se topa con un caso duro de roer: acaban de hallar un cadáver sin identificar dentro de un contenedor en llamas a las afueras de San Sebastián.
Cuando averiguan que la víctima trabajaba para dos empresas de catering rivales, la investigación se centra en el mundo de los extras, las personas que trabajan en eventos para la hostelería. Mientras, una de estas empresas recibe el suculento encargo de preparar una lujosa boda inspirada en la clásica película de Hitchcock Vértigo (De entre los muertos). Todo empieza a complicarse cuando el equipo de Vicente descubre, precisamente, que la víctima creía en la comunicación con el más allá. El cine, la cocina, los rituales mágicos y uno de los enclaves más excepcionales del País Vasco serán los principales ingredientes para desentrañar las claves de un crimen en el que todos son sospechosos.
En la cuarta y última entrega de esta serie de noir gastronómico, el subcomisario Vicente Parra empieza a mirar con otros ojos su adicción al trabajo mientras su equipo se adentra en el complejo mundo del catering y en la misteriosa creencia de que es posible hablar con los muertos.
El nuevo supervisor de las cámaras de la Pequeña África de San Francisco repasa una y mil veces las imágenes del último mes; pero es en vano, no hay ni rastro de Touré, se ha esfumado.
Aunque sus amigos, Sa Kené, Osmán y Xihab, tampoco conocen a ciencia cierta su paradero, saben que se ha largado harto de humillaciones y de ser utilizado por la policía. De hecho, el burkinés ha decidido desaparecer para refugiarse en un pueblo perdido del Pirineo navarro, donde le espera Adama, antiguo compañero de fatigas desde que ambos fueran los únicos supervivientes de la travesía en patera.
Con un oficio más que añadir a su variopinto curriculum, ahora Touré se dedica a cuidar ovejas, y lo único que desea es una vida tranquila, pero allá donde va su destino le persigue. Nuestro detective-vidente se verá envuelto en una serie de vicisitudes estrambóticas, y estará a punto de perder la vida intentando resolver un caso en el que nunca se hubiera querido involucrar.
El protagonista de esta novela huye de sus problemas buscando paz en otro escenario, pero esto no resuelve las dificultades a las que debe enfrentarse como migrante, es lo que nos describe Arretxe en este rural noir, con un texto sobrio, no exento de ingenio y humor.