Solidaridad se escribe con “S” de SOS HIMALAYA

Sua edizioak me dijo hace más de un año la idea de hacer un libro sobre el Himalaya para conmemorar la muerte del alpinista navarro Iñaki Ochoa de Olza, que se quedó para siempre en las heladas laderas de la cara sur del Annapurna, expirando el 23 de mayo de 2008 por un edema que no pudo superar. En aquella ocasión se montó un dispositivo de rescate sin precedentes al que se sumaron alpinistas de muchas partes del mundo que hicieron lo imposible por llevar medicinas y oxígeno a donde se encontraba Iñaki. La ayuda finalmente no llegó. Los esfuerzos ímprobos de los amigos alpinistas que querían salvar la vida de Iñaki no dieron el resultado que todos hubiéramos querido. (Irakurri +)

Parque Natural de Gorbeia: Guía completa y excursiones

Araba y Bizkaia reúnen sus territorios en un abrazo de naturaleza exultante, donde se hace protagonista indiscutible una de las cumbres más emblemáticas de la montaña vasca. Resguardado al amparo de las alturas, perdura un reino natural modelado por la mano lenta y afanosa de la vida, por las fuerzas incontrolables de la geología  y por la destrezas del ser humano, quien ha adaptado el medio a sus propias necesidades de supervivencia, dejando grabada su impronta en el paisaje. Cautivados por el hechizo incontenible de las montañas, nos calzamos las botas dispuestos a explorar hasta el último rincón de este espacio natural de 20.000 hectáreas, protegido desde el año 1994 bajo la figura de Parque Natural.

Nos elevamos desde el fondo de los valles que rodean el macizo. Atravesamos pequeños pueblos y aldeas primorosas, donde se mantiene un extraordinario patrimonio cultural ligado al uso sostenible de la naturaleza. Remontamos húmidos barrancos, recorridos por ríos y arroyos vírgenes que se camuflan bajo la espesura de las alisedas. Son el paraíso de pequeños anfibios como la rana bermeja, el sapo partero, el tritón jaspeado y la salamandra. La lavandera boyera y el mirlo acuático revolotean sobre el cauce en busca de alimento. Al abrigo del bosque crecen frondosos robledales, y en las alturas reina la grata umbría del hayedo. Al notar nuestra presencia, el arrendajo emite la señal de alarma para avisar a los habitantes del bosque. El petirrojo, animado por su enorme curiosidad, hace oídos sordos y se acerca a saludarnos. En los lugares más insospechados van saliendo a nuestro encuentro las huellas dejadas por el pasado en forma de antiguas neveras, hornos de cal, plataformas de carboneros, grandes tejeras y enormes ericeras, esos cercos de piedra donde antaño se conservaban las castañas para protegerlas del apetito insaciable de las alimañas. (Irakurri +)