Una barra de hierro en la maquinaria

Cuando se habla de novela negra, que parece estar nuevamente de moda en estos días, es inevitable pensar en Dashiell Hammett, uno de sus creadores en la década de los 30 del siglo pasado. Autor de tan sólo cinco novelas y poco más de sesenta relatos Hammett inició, prácticamente sin pretenderlo, un género que a lo largo de casi un siglo ha demostrado su vitalidad adaptándose a las diferentes épocas y sociedades por las que ha transitado. Quizás porque se trata de un género que habla, al igual que la literatura en general, de todo aquello que mueve a los seres humanos, sus pasiones, su codicia, sus ansias de poder, de sexo, de dinero, sólo que llevadas al extremo de que alguien cree que merece la pena matar, o arriesgarse a morir, para conseguirlas.

Hammett lo sabía perfectamente, de ahí la maestría y contundencia de sus novelas y relatos. Y no porque fuera un diletante de las letras, sino porque había transitado por aquellos aspectos más sórdidos de la sociedad que se atrevió a describir. Y es que aunque sus detectives fueran personajes de ficción, unos sólidos y bien construidos personajes de ficción, él lo fue en la realidad, en la que trabajó para la más famosa agencia de detectives norteamericana, la Pinkerton. Y no sólo combatiendo a endurecidos criminales sino, sobre todo, persiguiendo a sindicalistas y rompiendo huelgas. De ahí en gran parte su hastío profesional y su decisión de plasmar literariamente lo que había vivido. (Irakurri +)

Prólogo del libro “Miradas en torno al procés” de Ramón Zallo Elgezabal y Txema García Paredes

Este libro de entrevistas surge de una idea de solidaridad con el derecho a decidir del pueblo catalán y de la preocupación por los acontecimientos ocurridos en Catalunya especialmente en el último cuatrimestre de 2107.

Sin embargo, su contribución, lejos de cualquier intención propagandística o acrítica con el Procés, se centra en interrogar con preguntas incómodas a algunos protagonistas catalanes con capacidad de tomar distancia, y a una variedad de analistas tanto catalanes como vascos como de otros lugares con criterio propio, aunque ninguno sospechoso de animadversión a los derechos de una comunidad nacional. En la medida que la Ponencia de Autogobierno del Parlamento Vasco plantea ya la actualidad de la reforma del Estatuto en la Comunidad Autónoma de Euskadi, hemos interpelado también a algunos entrevistados sobre el contencioso vasco y sus caminos de futuro.

La finalidad del libro es aprender –sin concesiones– de aciertos y errores de un proceso concreto de construcción nacional, contrastándolo con otros y con su propia evolución y resultados. Se busca hacer aflorar opiniones diversas y enseñanzas de utilidad colectiva a través de preguntas estándar y, sobre todo, personalizadas dentro de un espectro acotado de perfiles ideológicos que va desde quienes han sido entusiastas del Procés, tal y como ha transcurrido, a quienes –desde la comprensión de un derecho nacional– son más críticos con la conceptualización o estrategia llevada a cabo. (Irakurri +)

“Melocotones de viña” Lola López de Lacalle – adelanto

PAULINA
Octubre de 1954

Desde la mañana temprano, unos pinchazos vagos, espaciados, le atravesaban fugaces los riñones. Pero solo cuando el zumbido de las moscas, que volaban en círculos sobre los hinchados racimos, comenzó a irritarle, y su cuerpo aguijoneado por el dolor a retorcerse, cayó en la cuenta de que estaba a punto de parir.

Doblada sobre sí misma, intentando mitigar el latigazo que amenazaba con partirla en dos, Paulina miraba las vides tan preñadas como ella y se enfadaba con aquella criatura terca como una mula, empeñada en llegar al mundo antes de que hubieran terminado de vendimiar.

–¿Viene ya, madre?
Era Sofía, la segunda de sus hijas, quien lo preguntaba.
–Creo que sí. Me voy a casa, no sea que le dé por nacer aquí. Quedaos tu hermano y tú, que aún hay mucha faena.
Cuando hayáis llenado los cunachos, los cargáis en el burro y subís. Si todo va bien, mañana bajaré a ayudaros.
–¿Se va sola? –Ahora era Francisco, el mayor de sus hijos varones, quien intentaba retenerla–. No se mueva, madre, que corro a buscar a don Eutimio.
–Déjalo, hijo, que igual no lo encuentras. Además, el médico está para otras cosas. No os preocupéis, algún carro me recogerá por el camino.

El sol del mediodía abrasaba. Mientras subía la cuesta, Paulina rogaba a Dios que le permitiera parir en casa y no en la cuneta, como si fuera un animal. Aquel era su último hijo. (Irakurri +)

Parque Natural de Gorbeia: Guía completa y excursiones

Araba y Bizkaia reúnen sus territorios en un abrazo de naturaleza exultante, donde se hace protagonista indiscutible una de las cumbres más emblemáticas de la montaña vasca. Resguardado al amparo de las alturas, perdura un reino natural modelado por la mano lenta y afanosa de la vida, por las fuerzas incontrolables de la geología  y por la destrezas del ser humano, quien ha adaptado el medio a sus propias necesidades de supervivencia, dejando grabada su impronta en el paisaje. Cautivados por el hechizo incontenible de las montañas, nos calzamos las botas dispuestos a explorar hasta el último rincón de este espacio natural de 20.000 hectáreas, protegido desde el año 1994 bajo la figura de Parque Natural.

Nos elevamos desde el fondo de los valles que rodean el macizo. Atravesamos pequeños pueblos y aldeas primorosas, donde se mantiene un extraordinario patrimonio cultural ligado al uso sostenible de la naturaleza. Remontamos húmidos barrancos, recorridos por ríos y arroyos vírgenes que se camuflan bajo la espesura de las alisedas. Son el paraíso de pequeños anfibios como la rana bermeja, el sapo partero, el tritón jaspeado y la salamandra. La lavandera boyera y el mirlo acuático revolotean sobre el cauce en busca de alimento. Al abrigo del bosque crecen frondosos robledales, y en las alturas reina la grata umbría del hayedo. Al notar nuestra presencia, el arrendajo emite la señal de alarma para avisar a los habitantes del bosque. El petirrojo, animado por su enorme curiosidad, hace oídos sordos y se acerca a saludarnos. En los lugares más insospechados van saliendo a nuestro encuentro las huellas dejadas por el pasado en forma de antiguas neveras, hornos de cal, plataformas de carboneros, grandes tejeras y enormes ericeras, esos cercos de piedra donde antaño se conservaban las castañas para protegerlas del apetito insaciable de las alimañas. (Irakurri +)

“Asedio al euskera. Más allá del libro negro” de Joan Mari Torrealdai – adelanto

Escribí en la introducción de El libro negro del euskera que se estaba abriendo camino entre algunos intelectuales del país una tendencia peligrosa, que consistía en exculpar a los factores y poderes exteriores y culpar a la propia comunidad vascohablante de la precaria situación del euskera. No era por supuesto algo novedoso en sí mismo, pero sí lo era por otras razones: los argumentos mancomunados, la procedencia ideológica e intelectual de los mentores de dicha tendencia, los protagonistas, la ruptura de los consensos, el militantismo del que hacen gala algunos autores, etc.

Han pasado exactamente 20 años.

Aquella tendencia es hoy la tesis nuclear de la ideología supremacista, la tesis de los que niegan la represión, la histórica y la actual. Ni siquiera Franco reprimió o persiguió el euskera. Es la tesis del revisionismo que, además de negar la represión histórica, quiere ahora revisar a favor del centro las políticas lingüísticas de los estatutos. Se trata de legitimar las tendencias centralistas del poder. (Irakurri +)

Paolo Cognetti: “Esta novela me pertenece desde siempre”

Paolo Cognetti llega con Las ocho montañas (Literatura Random House, 2018), una historia íntima y universal que habla sobre las relaciones entre personas, y también sobre la necesidad de conectar con la naturaleza. Sobre la amistad, la lealtad, y sobre el sentido que tiene la vida. Es un libro poderoso, en el que habitan muchos lugares comunes. Ganador del Premio Strega 2017, se ha convertido en un auténtico fenómeno literario.

¿Cuál es el punto de partida de su novela?

El punto de partida de Las ocho montañas es un pequeño refugio y la urgencia de contar una historia sobre la amistad. Hace algunos años, un querido amigo me pidió que le ayudara a reconstruir una ruina familiar en la mitad de ninguna parte, a más de 2.000 metros de altura. Es el refugio de la novela, donde empezó todo. En mi infancia reside otro de los elementos más importantes: los veranos que pasé de niño en las montañas forman mis recuerdos más felices. Podría decir que esta novela me pertenece desde siempre, simplemente necesitaba el momento adecuado para ver la luz. (Irakurri +)