“San Sebastian en la Primera Guerra Mundial” – Javier Sada
Son numerosas las publicaciones que editoriales de todo el mundo dedican este año al centenario del inicio de la Primera Guerra Mundial. Entre ellas, en San Sebastián en la Primera Guerra Mundial, el historiador Javier María Sada se ha dedicado a espigar en la prensa donostiarra de aquellos años los efectos del conflicto en la ciudad.
¿Cómo era San Sebastián en la época en la que estalló la guerra?
Un San Sebastián que estaba viviendo con gran esplendor la llamada “Belle Epoque”, en una época de “vacas gordas” en la que la calidad de vida superaba la de todas las ciudades de su entorno, figurando en vanguardia de cuanto pudiera desearse en economía, comercio, cultura, sanidad, etc.
¿Cómo ha sido la labor de documentación? ¿Qué tipo de noticias has recogido en el libro?
Básicamente el trabajo ha estado dedicado al repaso de la prensa local, contrastando las distintas opiniones de los tres principales periódicos que entonces se publicaban diariamente en San Sebastián. Quizá la labor más difícil ha sido ajustar la mucha información existente al espacio del que realmente se dispone y sacrificar aquellos datos que, siendo de gran importancia, no afectaban directamente a la ciudad.
La proclamación de neutralidad española hizo que la ciudad se convirtiese en refugio de quienes huían de aquel horror, gentes de todo tipo y origen. Se habla de Donostia como una ciudad de ideas europeístas, cosmopolita.
Su tantas veces repetida liberalidad, y manteniendo su proximidad geográfica, política y cultural con Francia, hizo que mayoritariamente se apoyara los movimientos francófilos, siendo minoría los donostiarras germanófilos. Las instituciones francesas afincadas en San Sebastián colaboraron mucho a desarrollar estas ideas.
¿Cómo afectó a la ciudad la presencia de aristócratas, artistas y demás fauna que escapaba de las bombas?
Llegaron a un terreno abonado. Cerca de la frontera pero lejos de la guerra, San Sebastián resultó ser el refugio ideal para quienes con sus fortunas huían del campo de batalla. La presencia de la Corte y de todo el Gobierno en la ciudad los tres meses de verano e incluso alguno del otoño colaboró a que el lujo, el dinero y las excentricidades se dieran cita entre nosotros. Por otra parte, las demandas de quienes llegaron hasta San Sebastián condujeron a la construcción de zonas residenciales, campos de deportes, hipódromo, etc.
Y el resto de la población, ¿cómo vivió esa época? Parece que ese bienestar no benefició a todos por igual.
Un principio general diría que toda la población vivía bastante mejor que la media entonces existente. La clase baja donostiarra era el equivalente a la clase media de España. Lógicamente, el dueño del hotel, del comercio, del restaurante, etc. ganaba y vivía mejor que el empleado, pero el obrero tenía trabajo y, aunque fuera “metiendo horas”, alcanzaba un aceptable nivel de vida difícil de conseguir en otras latitudes. Dicho eso, debe hacerse mención de lo que la guerra supuso para San Sebastián, principalmente, en cuanto a la carestía de la vida y la falta de subsistencias, que, aunque en menor escala que en otras ciudades, conllevó a manifestaciones y huelgas de carácter político y laboral.
Por los salones del Casino pasaron personalidades de todo el mundo. ¿A quiénes destacarías?
Es un tópico citar a millonarios, jeques y marajás, políticos y artistas como Arthur Rubinstein, Sarah Bernhardt, Raquel Meller, Pastora Imperio junto a espías y contraespías cuya máxima exponente, cargada de leyendas, fue Mata Hari.
¿Hasta cuándo se prolongó la Belle Époque en San Sebastián?
Nacida en París el año 1900 y “muerta” al comienzo de la Gran Guerra, en San Sebastián se mantuvo hasta los llamados “felices años veinte”.
¿Qué has pretendido a través de esta recopilación de crónicas de la época?
Se trata de un pequeño ensayo para intentar despertar la curiosidad del respetable cuya reacción me gustaría se tradujera, en el transcurso del año, en la organización de algún ciclo de conferencias a cargo de expertos que con mayor profundidad estudiaran lo que fue el San Sebastián de 1914 a 1918.
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