Mikel Santiago: “Lo más difícil es conseguir cambiar la perspectiva de las personas a través de una historia”
Cuando llega la noche es un libro en el que conviven tres novelas cortas que Mikel Santiago escribió hace entre diez y quince años, y que vieron la luz a través de un blog en el que el autor vertía sus creaciones cuando su ocupación profesional era otra. Es un lugar lleno de tensión narrativa, de miedo, de suspense y de misterio que conectará con los lectores a través de las emociones más humanas.
- ¿Qué le ha animado a publicar los textos que escribió hace años?
Precisamente este aniversario. Este es un año muy especial, es un año que hemos arrancado súper bien con El hijo olvidado en enero, una novela que ha gustado mucho. Es el año en el que sabíamos que se iba a estrenar la serie basada en La última noche en Tremore Beach. Cuando llega la noche es el colofón de esta gran fiesta.
Los relatos llevaban mucho tiempo ya en la mesa de Carmen Romero, mi editora. Habíamos tenido ideas de encajarlos en diferentes momentos entre novelas, pero se nos ocurrió que este era el mejor. Se trata de un libro especial para la Navidad, para agradecer a los lectores que nos siguen desde hace tanto tiempo, y darles algo curioso del autor. Son tres novelas cortas donde espero que mucha gente encuentre las referencias, las bases de lo que han sido los libros que han leído más tarde.
- Por aquel entonces, cuando vivía en Dublín y se dedicaba a la publicidad digital, ¿con qué objetivo escribía?
Yo empecé a escribir casi casi como segundo acto de mi vida artística. Empecé escribiendo canciones, y, en determinado momento, aquel proyecto no me funcionó. Entonces fue cuando regresé a una escritura solitaria. Por aquel entonces vivía en Dublín, donde trabajaba como programador de aplicaciones. Yo siempre he tenido esta sensación de que tenía un exceso de imaginación dentro de mí. Siempre he sentido que me sobraba fantasía. Y me preguntaba ¿qué puedo hacer yo con este superávit de ideas?, cuando voy al trabajo se me ocurren cosas, cuando veo gente también… En el mundo de las canciones era un hecho, y con la narrativa fue a más. Para mí se trataba de gestionar este “exceso” de imaginación con una ambición. Y la ambición de publicar siempre está ahí, es la ambición que tienen todos los escritores inéditos de poder repetir eso que te ha gustado tanto al leer un libro, eso que provoca que quieras quedarte en una novela cuando la terminas. Y me pregunté: ¿puedo hacer realmente yo esto? Es como querer copiar la receta a un cocinero al que adoras. Yo pensaba que valía para esto, me empeñé, y terminé abriéndome camino.
- Imagino que el Mikel Santiago de entonces, no será el mismo Mikel de ahora. ¿Cómo afronta la publicación de unos relatos que originariamente escribió para que se publicaran en un pequeño blog y que sabe que ahora leerán miles de personas?
En estos relatos habitan con mayor intensidad mis referencias más nativas, más primigenias, como Stephen King, Edgar Allan Poe, Patricia Highsmith o Alfred Hitchcock. Se van a notar mis referencias, y también mis propias ideas sobre sus enfoques.
Así empecé realmente, esto converge en La última noche en Tremore Beach, que es una novela que tiene mucho componente fantástico y de thriller psicológico. Creo que van a gustar, son buenos relatos, están redondos, y espero que diviertan a la gente, igual que el resto de mis novelas.
- En Cuando llega la noche hay thriller, hay tensión, pero también hay culpa, amor, terror y experiencias oníricas…
Quien abra el libro se encontrará con tres historias, cada una muy diferente. Una primera historia trata sobre la culpabilidad, sobre un hombre que no ha probado el amor, porque está totalmente enfocado en su carrera, casi desde niño. Podemos decir que es casi una psicopatía. Un día el amor llama a su puerta de una manera bestial, casi como un tsunami. Y esto tendrá unas consecuencias gravísimas. Hasta el punto en el que él tendrá que decidir si quiere seguir viviendo como persona o como monstruo. Y elige la monstruosidad. Estoy hablando de una historia de corrupción, de crimen perfecto, de un asesinato, y un homenaje muy sentido a El corazón delator de Edgar Allan Poe.
Noche de Almas es una historia que me refirió un mochilero que estuvo viajando por Sudamérica sobre una casa abandonada en medio del desierto, y la mujer que la regentaba. Pero en el libro la cosa se complica, no es recomendable salir de casa por las noches, hay que protegerse en un círculo de piedras porque pasa algo más. Como buena historia de terror, los personajes desaprueban esas reglas. O se sienten atraídos, irremisiblemente, hacia lo que hay fuera de la casa.
Y, finalmente, tenemos una historia que escribí casi casi desde la ventana de mi casa en Dublín, inspirada en una casa abandonada que tenía enfrente, y en unos vecinos de aquella época. Es una historia sobre sueños entrecruzados, sobre soñar lo mismo que otras personas, sobre personajes misteriosos que salen a la calle cuando nadie mira, cuando todo el mundo está dormido. Tiene grandes dosis de fantasía y hay referencias a grandes obras del cine, que creo que los lectores detectarán.
- En alguna entrevista ha comentado lo importante que considera la diversión en la literatura. Primero, la suya al escribir los textos, y luego la del lector, o lectora al leerlos. ¿Cuál considera que es el objetivo último de un thriller, o de los thrillers que usted escribe?, ¿qué persigue?
Yo creo que la primera regla es no aburrir, siempre. Cuando abrimos un libro, nos sentamos en un cine o escuchamos un programa de radio lo primero que pedimos es que nos cuenten algo interesante, que no nos aburran, que haya un esfuerzo por parte del narrador o narradora para iluminar nuestra vida ese día. Para darle chispa a nuestra existencia, que nos saque de nuestro tedio, de nuestro aburrimiento, o de nuestros problemas. Yo siempre pienso que eso es lo primero. Todos los autores tenemos nuestros objetivos y nuestras ambiciones. Las mías pasan primero por entretener y después por llegar a otros trasfondos más importantes, a otros niveles en los que se reflexiona sobre cosas de la vida que nos van pasando a todos. Yo trato de lograr que las historias tengan ese aspecto lúdico en el que el lector pueda jugar a predecir lo que va a pasar. Pero, intento, en el fondo, que el lector pase por algo más crucial o grueso, por unas reflexiones sobre su propia vida. Que, de alguna manera, lo que lea le deje un poso. Y es lo más difícil, conseguir cambiar un poco la perspectiva de las personas a través de una historia. Pero, bueno, aquí estamos para intentarlo.
- ¿Qué les diría a quienes consideran que el thriller es un género denostado?
Pues, básicamente, que nos vayamos a la historia de Jesús y cómo fue perseguido, o a Ulises y La Ilíada… Las historias de tensión y curiosidad siempre han estado ahí. Llevan ahí desde los tiempos de la Biblia. El thriller no está denostado. Sí es cierto que ha pasado por diferentes transformaciones y etapas. Pero yo creo que es un pulso humano consumir este tipo de historias, porque nos ayudan a ensayar emociones, que es al final lo que ocurre muchas veces cuando estamos leyendo un libro o estamos viendo una película. Es la razón por la que volvemos a ver una película, aunque ya sepamos lo que va a ocurrir, o releemos un libro que ya sabemos cómo termina. Porque, en el fondo, queremos revivir las emociones que nos propone el autor, y eso es algo que necesitamos como humanos: consumir la narrativa. La vida humana se compone de historias atadas entre sí, que nos vamos contando los unos a los otros. Consumir historias es algo tan humano como consumir comida, o como beber. El thriller es un alimento para el alma que también está ahí, es una receta que lleva mucho tiempo sobre la mesa.
- Hábleme de la música, y del porqué de su presencia en la mayoría de sus textos.
Yo soy músico. Empecé componiendo canciones y escribiendo repertorios. La música siempre va a tener gran importancia en mi escritura. El tono de las historias de los personajes que elijo muchas veces tiene la inspiración en letras de Bob Dylan, Bruce Springsteen… de mis referentes musicales. La música es un universo del que extraigo ideas y ritmo para mis historias. Y es que, en realidad, la música está en todas partes.
- Ahora en noviembre, se estrenará en Netflix la serie basada en su libro La última noche en Tremore Beach. ¿Cómo ha ocurrido?
Precisamente te estoy hablando desde un hotel en Madrid, porque esta noche estamos en la premier de la serie. Esto ha sido una de esas cosas bonitas que te pasan en el viaje de meterte en este mundo de contar historias. Yo era muy fan de la obra de Oriol Paulo. Ya había tenido la ocasión de decírselo, en otro momento. Y también sé que, a él, en otro momento en el que estaba buscando nuevos proyectos, le encajó perfectamente la adaptación a serie de mi novela. Es un autor que considero muy afín a mi estilo, creo que él también piensa lo mismo de mí. Todo era una idea perfecta y todo fue muy rápido. Las etapas de la historia han ido a gran velocidad, y hoy estamos aquí, en la noche del estreno. Creo que es una serie de grandísima calidad, y creo que Paulo ha hecho todo lo que está en su mano.
- ¿Ha participado en el proceso de producción, grabación…?
Cuando cedí mis derechos para la adaptación confié plenamente en las capacidades de este equipo de guionistas que lidera Oriol Paulo. Su obra no es extraña para mí, he visto todas sus películas. Yo creo que aquí, cuando te planteas una adaptación hay dos caminos: está la adaptación absolutamente fiel que muchas veces puede entrañar riesgos, porque hablamos de dos lenguajes y dos tonalidades totalmente diferentes. Y luego está confiar en la visión del autor, en el viaje que hace él, en su propia interpretación de esa premisa, de ese juego que tú has propuesto, y dejarle volar. También es cierto que el formato tenía sus exigencias. Estamos hablando de una miniserie de ocho capítulos, en la que yo creo que han tenido que abrir muchísimo más las tramas y darles más profundidad a ciertos personajes. Esto me parece genial, es algo que yo he aceptado. Sé que igual hay lectores que encontrarán diferencias con la novela, porque quizá estaban buscando una representación totalmente afín o simétrica, pero no ha sido el caso. Y creo que está bien que un director imponga su visión y la historia tenga personalidad.
- ¿Qué será lo próximo de Mikel Santiago?
Una novela, desde luego. Quizá podamos anunciar también una pequeña adaptación a la pequeña pantalla. Es un quizá que ojalá podamos contar, pero en mi caso lo próximo será una novela. Después de un verano de apuntar muchas cosas y de leer mucho, estoy trabajando ya con premisas, con cosas que van cogiendo fuerza en mis cuadernos. Y, dentro de muy poquito empezaré con el texto de algo que podría salir el año que viene, o el siguiente. Yo, como siempre, me veo positivos.
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