Sergio Pereira “La memoria de las sombras”

Sergio PereiraLa memoria de las sombrasEl pasaitarra Sergio Pereira se estrena en el panorama literario con una novela histórico-policíaca ambientada en la San Sebastián de la posguerra, en la que se entrecruzan asesinatos, exiliados políticos, amores truncados o cazadores de nazis.

La memoria de las sombras (Ttarttalo) es el título de tu primera novela, una novela con historias entrecruzadas, mucha intriga, trepidante, llena de misterio, asesinatos, amores, ambientada en la Donostia de la posguerra. ¿Dónde y cómo surge esta novela?

Primero quisiera puntualizar que la novela está ambientada entre Donostia y Pasaia, como buen pasaitarra que soy, yo siempre reclamando mi parte.

Las historias de intriga y misterio me han atraído desde pequeño, tanto en la literatura como en el cine, y esta novela surge del afán de querer escribir mi propia historia de suspense, ambientada en escenarios que conozco y en una época en la que, sin irnos muy lejos, nuestros mayores han tenido que vivir. No sabría decir exactamente cómo comenzó a surgir la historia en sí, pero sí que fue el resultado de mezclar las intrigas ficticias que yo me imaginaba con las historias de la época que he escuchado contar a mis aitonas.

La novela ambienta una Donostia de familias bien, que viven entre las villas de la falda de Igeldo y del Paseo de Francia, sin estrecheces, y el contraste con las familias perdedoras de la guerra, residentes en Pasaia.¿ Por qué la posguerra y por qué en Donostia y Pasaia?

La historia es otra de mis grandes aficiones, más aún cuando trata de mi pueblo y sus alrededores, lo que me llevó a querer enclavar la novela en un lugar y momento concretos. Si he elegido la posguerra es porque, por el lado histórico, fue una época muy dura y difícil. Además, como recurso literario, la oscuridad e inestabilidad de aquel  momento se me hacían idóneas para la trama de intriga y misterio que quería contar. Además, creo que tanto Pasaia como Donostia, Hondarribia, Irun, Oiartzun, Errenteria y alrededores, son zonas cargadas de historia, con gran personalidad y llenas de maravillosos escenarios para diferentes tipos de novelas, apenas explotados literariamente.

Me gustaría matizar que, aunque es cierto que la inmensa mayoría de los vecinos pasaitarras eran gente trabajadora de origen humilde, no se puede decir que todo Donostia fuera de familias bien. Es cierto que es Donostia el lugar más cercano a Pasaia donde nos podemos encontrar este tipo de burguesía acomodada en aquella época, pero también había barrios más humildes que se mencionan a lo largo de la novela, como es el caso de la Parte Vieja, el puerto, el barrio de Gros, e incluso alguna zona que se podría calificar de marginal, como es el caso de Sagües.

Entre medio, un amplio abanico de personajes y de sucesos. Haznos un pequeño resumen de la trama.

El protagonista principal es Martín, un joven vecino de Pasaia, hijo de un fugitivo del régimen franquista, que se ve ante la oportunidad de trabajar como secretario de un escritor de éxito que vive en una villa de Igeldo y granjearse así un futuro mejor. Allí conocerá a Isabel, hija de un coronel franquista. En medio, un oscuro e impredecible inspector de policía, marcado por el odio y la obsesión hacia su padre, que hará que la vida de Martín se convierta en un calvario. Al mismo tiempo, el protagonista se ve atraído por una vieja mansión vecina a la de su nuevo patrón, curiosidad que le llevará a descubrir los sorprendentes e insólitos misterios que encierra entre sus paredes.

No son los únicos personajes que habitan en un tu novela.

También está Ernesto Alfaro, un profesor de historia del arte inmerso en la búsqueda de una obra de arte inédita, o Jarek Drosdik, un siniestro y peculiar ex-espía polaco que recorre el mundo movido por la venganza. Entre todos ellos forman una trama cargada de intriga y suspense que espero que mantenga al lector en vilo hasta la última página.

¿Cual fue la primera historia que recreaste y, a partir de ahí, cómo llegaron las demás?

La primera historia que recreé fue la de Martín, el protagonista principal. Luego las otras fueron llegando y tomando cuerpo poco a poco, según me iba documentando y avanzaba en la trama principal, como la sal y la pimienta que complementan un plato.

 Siendo tu primera novela, ¿qué es lo que más te ha costado a la hora de hilvanar tantas historias paralelas? 

 El orden cronológico de los sucesos, tanto históricos como ficticios. Ordenar los capítulos de cada uno de los personajes de manera que uno no desvelase la intriga del otro no fue tarea fácil, así como el situar a los distintos personajes en épocas pasadas al presente que se está narrando, de forma lógica y cronológicamente posible. Elegir las fechas en las que iba a suceder la trama me costó lo suyo.

El perfil sicológico de los personajes es muy rico en matices: todos ellos tienen sus luces y sus sombras.

Si algo quería conseguir desde el principio eran personajes lo más reales posibles, malos y buenos, ricos y pobres, todos ellos con sus historias personales, sus propios fantasmas e inquietudes. Todos son supervivientes de la guerra, hecho que interfiere drásticamente en sus vidas, aunque para cada uno de ellos de forma diferente. Si antes entrecomillaba las palabras malos y buenos, es porque a mi parecer todos son víctimas de una época y una situación extremadamente dura, a la que cada cual reacciona de maneras muy diversas, según su carácter, personalidad y estrato social. Las experiencias sufridas durante la guerra son también determinantes en la psicología de la mayoría de ellos y, sin reconstruir estas vivencias personales de cada uno, creo que no se llegaría a entender bien sus aptitudes y formas de pensar.

 Dos personajes se salvan: Martín e Isabel, los más jóvenes e idealistas. ¿Les salvará el paso del tiempo?

Eso nunca se puede saber -lo digo con una sonrisa-.

Sin embargo, yo tengo la esperanza, que espero haber trasmitido, de que así sea. Al fin y al cabo, representan ese soplo de aire fresco hacia un futuro mejor.

 La novela evidencia un gran trabajo de documentación. ¿Cómo lo has llevado a cabo?

¡Puf! Con muchísimas horas de búsqueda y lectura, y grandes atracones de documentales (a veces las imágenes valen más que mil palabras, y me ha servido de mucho el visualizar lo leído y estudiado). Mis fuentes de información han sido Internet (me parece una herramienta maravillosa, pero hay que contrastar más que muchísimo la información que se obtiene), las bibliotecas municipales de mi alrededor, y por último, quizás la más importante, el hablar con familiares y amigos sobre las vivencias que nuestros mayores contaban sobre la época (verdaderas historias de superación y supervivencia). He de reconocer que yo soy el primero que ha aprendido un montón con todo esto, y me alegro por ello.

 ¿Más proyectos entre manos?

Sí. Tengo otra novela acabada, titulada El Nigromante, y ambientada en el Bilbao de la revolución industrial, a la espera de que vea la luz, y en estos momentos estoy trabajando en un nuevo proyecto, aún sin título, pero del que puedo adelantar que Pasaia y sus alrededores volverán a ser sus escenarios principales.

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