Entrevistas a los creadores de Daniel King
  Dos  chicas  y  dos  chicos  protagonizan  Daniel  King,  una  nueva  serie  para  el  público  infantil  en  el  que  humor,  aventuras  y  fantasía  se  sazonan  con  trozos  de  pizza.  Hablamos  con  los  autores.
Dos  chicas  y  dos  chicos  protagonizan  Daniel  King,  una  nueva  serie  para  el  público  infantil  en  el  que  humor,  aventuras  y  fantasía  se  sazonan  con  trozos  de  pizza.  Hablamos  con  los  autores. 
Llega una nueva saga para el público infantil. ¿Qué distingue a Daniel King de otras?
Creo que, a pesar de tener grandes dosis de fantasía, estas historias son realistas porque los personajes actúan y hablan de manera realista. Los lectores no te discutirán si existen o no los monstruos, pero sí pedirán que lo que ocurre tenga lógica. No he intentado escribir libros “infantiles” o “juveniles”, sino libros que los jóvenes puedan disfrutar e identificarse. Desde su punto de vista y con su lenguaje. No tienen varitas mágicas ni máquinas del tiempo. Pero sí globos de agua, limones, un carnet de biblioteca e internet.
Todo empieza con tres amigos que crean su propio podcast y a partir de compartir en la red ese podcast se les une un cuarto integrante, Vera. ¿Qué piensas que ha podido aportar la inclusión de nuevas tecnologías en estas historias?
Realismo, vivimos rodeados de ellas. Muchos de los lectores están familiarizados con los ipads e incluso a jugar online con gente de otros lugares. El podcast es una manera en la que ellos juegan creando su propio contenido, hablando de lo que les gusta. Y si se usa bien, la tecnología es una gran aliada para buscar información sobre monstruos o recetas para un buen sofrito.
 Una  de  las  curiosidades  de  estos  cuatro  amigos  es  que  todos  van  sobre  ruedas.  Cada  uno  va  sobre  un  elemento  distinto,  pero  todos  tienen  el  mismo  nivel  de  importancia.  ¿Nos  podrías  hablar  de  cada  uno  de  ellos  y  por  qué  escogiste  cada  elemento  para  cada  uno  de  los  cuatro  amigos?
Una  de  las  curiosidades  de  estos  cuatro  amigos  es  que  todos  van  sobre  ruedas.  Cada  uno  va  sobre  un  elemento  distinto,  pero  todos  tienen  el  mismo  nivel  de  importancia.  ¿Nos  podrías  hablar  de  cada  uno  de  ellos  y  por  qué  escogiste  cada  elemento  para  cada  uno  de  los  cuatro  amigos?
Como en todo grupo de amigos cada uno tiene personalidad propia, aunque alguna destaque más. En la literatura suelen ser funcionales y se acentúan (el inteligente, el valiente, el graciosillo, el temeroso…), pero no por ello son menos realistas. Lo importante es que funcionan como grupo y se necesitan. Todos se dan ánimo, todos opinan y todos bromean, solo que cada uno a su manera.
En cuanto a las ruedas, es solo otro aspecto de la personalidad. Nos pueden gustar diferentes tipos de música o maneras de vestir, y a la hora de elegir “vehículo” ocurre lo mismo. Faltaría la bici, que es la más popular, pero prefería no incluirla porque es mucho más rápida que el resto (y porque yo no tuve de pequeño…).
Nos has hablado de las nuevas tecnologías, pero gran parte de las aventuras suceden al aire libre. ¿Crees que estas nuevas tecnologías son un inconveniente o más bien un complemento a las actividades de toda la vida?
Son un complemento genial, mientras ayuden a la actividad, grabando un truco o visionando videos de profesionales. El inconveniente es cuando internet o la consola se convierte en la actividad en sí misma. Trabajé cinco años en una tienda vendiendo y montando skates y scooters, y una de las cosas más satisfactorias era cuando los padres y madres te decían lo contentos que estaban porque con esa actividad los quitaban de las pantallas y salían a jugar y a socializarse.
En estas dos primeras aventuras, los cuatro amigos tendrán que luchar contra vampiros y contra gárgolas. ¿Habrá más encuentros con nuevos monstruos? ¿Cómo has hecho para elegir y documentarte sobre este tipo de monstruos?
Por supuesto, quien los invoca no va a rendirse tan fácilmente… A la hora de elegirlos intento combinar los más famosos, como el vampiro, con otros más singulares, como las gárgolas. Aunque siguen manteniendo cierta familiaridad: no son inventadas, podemos verlas en las catedrales. Para documentarse, la materia prima es la literatura de género. Y luego siempre se consultan algunas webs o libros especializados. De hecho, el libro de Mitología que aparece en las historias existe de verdad y duerme en la estantería de mi casa.
En «Daniel King», hay momentos de algo de miedo, de tensión y suspense, e incluso de amor, pero siempre hay esa dosis de humor que hace que nos riamos en los momentos más inesperados e incluso inoportunos. ¿Por qué has querido dar tanta importancia al humor, sobre todo en la entrañable figura de Miki? ¿Ha sido buscado o es algo que te nace de forma natural? ¿Qué importancia crees que tiene el humor en el crecimiento de los más pequeños?
El único planteamiento que tenía al empezar a escribir fue el de contar una aventura. Y el resto de los elementos, la tensión, el humor o incluso cierto romanticismo vienen implícitos. Yo no los busco, simplemente se presentan ellos solos. Las bromas de Miki ayudan a calmar los nervios, empezando por los míos. Es un mecanismo natural.
Durante años también fui monitor de natación de chicos y chicas de esta edad, y recuerdo lo divertidas y surrealistas que llegaban a ser las conversaciones entre ellos, sobre todo cuando creían que nadie los oía. El miedo y el humor nos son inherentes, y a esa edad, están desinhibidos y son más auténticos. Dentro de la educación y el respeto al otro, el humor es algo a fomentar. Nos hace más sensibles, en el mejor sentido de la palabra.
Otro tema muy importante es la pizza. Háblanos de ella. ¿Crees que es bueno que los niños coman pizza, y más en estos momentos en los que miramos tanto qué comemos? ¿Es tan mala como nos dicen?
Como toda comida, lo malo es el abuso. Y si no se hace ejercicio, peor. Por suerte los protagonistas no dejan de moverse patinando. Y de verdad. Nada de patinetes eléctricos. Que ahora miremos tanto la calidad es bueno, hay que enseñar a los niños (y a las empresas) que queremos lo que ahora llaman “comida real”. La pizza auténtica puede estar hecha de ingredientes naturales, además de la gran variedad que existe. Al final, no deja de ser otra manera de presentar la comida (según Miki, la mejor manera). En mi caso, recuerdo que el día de cenar pizza en casa, en familia, una vez por semana, era todo un acontecimiento. Lo mismo ocurre con los compañeros de piso. Ya sea en un restaurante, preparándolas en casa con los hijos o con tu compi, o en el puesto de la esquina que venden porciones gigantes hechas allí mismo, lo importante es no abusar. Y compartir. Y que esté rica. Y hasta aquí, que me entra hambre.
Y, por último, ¿todos esos monstruos existen?
Si podemos pensarlos, imaginarlos o soñarlos, entonces existen. Otra cosa es que los podamos ver.
MARÍA SIMABILLA
Ilustradora de la série Daniel King
 Nada  más  coger  el  primer  libro  de  la  serie,  no  hace  falta  ni  abrirlo  para  ver  un  pequeño  guiño  en  la  cubierta:  «Tonto  quien  no  lea».  Vemos  a  lo  largo  del  libro  más  guiños  de  este  tipo  para  los  niños  más  atentos.  ¿Qué  papel  crees  que  juegan  las  ilustraciones  en  libros  de  este  tipo?
Nada  más  coger  el  primer  libro  de  la  serie,  no  hace  falta  ni  abrirlo  para  ver  un  pequeño  guiño  en  la  cubierta:  «Tonto  quien  no  lea».  Vemos  a  lo  largo  del  libro  más  guiños  de  este  tipo  para  los  niños  más  atentos.  ¿Qué  papel  crees  que  juegan  las  ilustraciones  en  libros  de  este  tipo?
Yo  creo  que  son  un  apoyo  necesario,  que  dan  solidez  y  que  hacen  que  el  conjunto  resulte  más  atractivo  para  el  lector  joven  o  adulto. 
Desde  que  empecé  a  trabajar  en  la  primera  prueba  para  esta  serie  de  libros,  mi  intención  ha  sido  la  de  potenciar  el  toque  gamberro  y  dinámico  de  la  historia  de  J.  Black  River.  Ese  tipo  de  guiños  a  los  que  os  referís  son  muchas  veces  pequeños  aportes  personales  y  otras  tienen  relación  con  la  personalidad  de  alguno  de  los  personajes  o  el  ambiente  de  la  escena  representada.  Podría  decirse  que  las  ilustraciones  son  algo  así  como  el  “extra  de  queso”  en  una  buena  pizza. 
Daniel  King  da  nombre  a  la  serie,  pero  leyendo  los  libros  nos  damos  cuenta  de  que  los  cuatro  tienen  más  o  menos  la  misma  importancia.  Alex,  Vera,  Miki  y  Dani,  dos  chicas  y  dos  chicos.  ¿Cómo  hace  una  ilustradora  para  decidir  cómo  será  cada  personaje?  ¿Lo  haces  a  partir  de  una  idea  que  te  creas  al  leer  la  historia  o  ya  tienes  una  idea  previa  de  cómo  será  cada  uno?
Aunque  no  siempre  es  así,  para  desarrollar  el  estudio  de  personajes  de  esta  pandilla  de  amigos  trabajé  desde  el  principio  siguiendo  las  indicaciones  del  autor.  Jose  tenía  una  idea  bastante  clara  de  cómo  eran  o  cómo  no  debían  ser  Dani,  Miki,  Vera  y  Alex  y,  aunque  también  hay  pinceladas  personales,  preferí  respetar  su  visión  como  “padre  de  la  criatura”  que  es. 
Uno  de  los  rasgos  que  más  llama  la  atención  en  estos  cuatro  personajes  es  la  sensación  de  velocidad  y  acción  que  siempre  da  al  verlos.  ¿Cómo  consigues  estos  efectos?  ¿Con  qué  personaje  te  ha  sido  más  difícil  conseguirlo?
Documentándome  mucho  lo  primero,  viendo  fotografías  y  videos  de  gente  patinando  o  en  movimiento  y  trasladándolo  después  al  papel.  Jugando  con  el  viento  (dándole  movimiento  al  pelo,  las  hojas  de  los  árboles,  el  agua  o haciendo  volar  cosas)  y  trabajando  distintas  vistas  o  planos  de  imagen,  también  puede  conseguirse  una  sensación  de  cierta  velocidad  o  movimiento.   
Quizá  el  personaje  que  más  difícil  me  lo  pone  a  ese  nivel  sea  Miki.  Aunque  a  él  se  le  da  de  maravilla,  yo  todavía  estoy  aprendiendo  a  manejar  su  turbosilla. 
Cuando  una  ilustradora  se  pone  a  trabajar  en  una  historia,  ¿cómo  decide  qué  pasajes  ilustrará  y  cuáles  no?
Por  lo  general  trato  de  ilustrar  lo  más  representativo  del  capítulo  o  fragmento  con  el  que  me  toque  trabajar,  aunque  a  veces  me  dejo  llevar  por  el  deseo  de  dibujar  algo  en  concreto,  tenga  o  no  mucha  relevancia.  También  procuro  no  resultar  repetitiva  e  ir  introduciendo  poco  a  poco  a  todos  los  personajes,  para  que  ninguno  tenga  más  peso  que  otro  porque  salga  muchas  más  veces.
En  Daniel  King  has  tenido  que  dibujar  monstruos  de  muy  diferentes  tipologías.  ¿Lo  habías  hecho  alguna  vez?  Y  si  no,  ¿cómo  haces  para  preparar  algo  que  nunca  antes  has  dibujado?
Antes  de  enfrentarme  a  los  monstruos  de  Daniel  King  he  tenido  un  buen  campo  de  entrenamiento  en  Penny  Berry,  una  serie  de  libros  escrita  por  Lluís  Prats  que  ilustré  para  SM.  Venía  de  dibujar  unicornios,  orcos,  trolls,  centauros,  dragones,  gigantes,  etc. 
Ante  el  reto  de  dibujar  algo  que  no  existe  (o  al  menos  que  no  vemos)  he  hecho  lo  que  hago  siempre  que  tengo  que  dibujar  cualquier  cosa:  documentarme.  Tomo  referencias  cinematográficas,  fotográficas  o  ilustradas  y  las  reinterpreto.  También  me  nutro  muchísimo  del  mundo  animal  y  vegetal,  la  naturaleza  bien  observada  es  una  mina  para  fantasear  y  crear  monstruos  o  seres  mitológicos.  Un  poquito  de  allí  y  otro  poco  de  allá,  una  pizca  de  imaginación  para  juntar  las  piezas  y  listo.  
Es  alucinante  cómo  has  conseguido  expresar  en  la  cara  de  cada  uno  los  sentimientos  que  tienen  en  cada  momento.  ¿Podrías  darnos  algún  consejo  o  truco  para  alguien  que  esté  empezando  a  dibujar?
Un  truco  infalible  y  que  siempre  recomiendo  es  el  de  observarse  ante  el  espejo.  Utilizar  un  espejo  o  la  cámara  frontal  del  teléfono  móvil  para  estudiar  cómo  cambia  la  cara  según  expresemos  un  sentimiento  u  otro  y  luego  dibujarlo.  También  viene  muy  bien  hacerse  fotos  en  distintas  poses  y  convertirte  en  tu  propio  modelo,  sobre  todo  para  posturas  complicadas  o  en  movimiento.  Nada  como  hacer  un  poquito  el  “payaso”. 
En  Daniel  King  todas  las  ilustraciones  son  a  color,  pero  también  hay  muchos  libros  en  los  que  las  ilustraciones  son  en  blanco  y  negro.  ¿Es  diferente  la  preparación  de  una  ilustradora  cuando  los  dibujos  saldrán  a  color  o  en  blanco  y  negro?
Cambia  la  paleta  con  la  que  trabajas,  o  una  gama  de  color  o  una  sencilla  escala  de  grises,  por  lo  demás  el  proceso  es  el  mismo. 
Erlazionatutako Albisteak
- ← Joan Mari Torrealdai: “Quien controla el pasado controla el futuro”
- Toti Martinez de Lezea: “Es una historia que transcurre en una época convulsa donde política y religión se entremezclan” →

 Español
 Español










