Almudena Grandes: “Tengo esperanza de morirme en la Tercera República Española”

Inés y la alegría, la nueva novela de Almudena Grandes, es la primera entrega de un proyecto narrativo impresionante, integrado por seis novelas independientes que conforman los “Episodios de una Guerra Interminable”, en referencia a los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós, y recorren la posguerra y la dictadura de Franco hasta 1964. Esta primera novela recrea un pasaje histórico muy desconocido: la invasióndel valle de Arán por la Unión Nacional Española en un intento de restablecer un gobierno republicano en Viella en 1944.

¿Cuándo y cómo surge la idea?

Mientras estaba escribiendo “El corazón helado”, me iba encontrando con historias que me fascinaban pero no podía incluir en el libro. En un primer momento, no supe qué hacer con todas esas historias. Se me ocurrió que la historia de la invasión del valle de Arán, la que más me había afectado entre las que no había podido usar, podía servir para hacer una película, una especiede western de posguerra. Y lo intenté, estuve escribiendo sucesivas versiones de un guión, pero ninguna me salió bien. Después de darle muchas vueltas, de repente se me ocurrió que lo que tenía que hacer era dedicarme a lo mío, escribir novelas, y desde ese momento, todo fue muy fácil. Comprendí por qué tenía yo tan bien guardadas esas historias con las que no había sabido qué hacer, y enseguida, porque era inevitable, me acordé de Galdós y surgió el proyecto.

Seis novelas a una media de 729 páginas (las del primer episodio) suman 4.374 páginas. Cuesta imaginar cómo es el proceso, ¿cómo se organiza?

No todas las novelas serán igual de largas. La segunda, El lector de Julio Verne, que fue la primera que escribí, no llegará a las 400 páginas. Pero, sí, en total, serán miles. Eso no me da miedo. A mí me gusta escribir, y tener tanto trabajo por delante me resulta excitante, estimulante. Y para orientarme no necesito nada especial. Me sé los seis argumentos, los tengo todos escritosa mano, en cuadernos, podría contarlos ahora mismo. No puedo explicar cómo lo hago, pero sé que puedo hacerlo.

¿Existe una línea narrativa que une todos los episodios ó son historias independientes?

Son novelas independientes, historias de ficción que se sitúan en el tiempo y el espacio de acontecimientos históricos concretos, cuyos protagonistas reales interactúan con los personajes deficción de la trama que yo he inventado. Se trata de reproducir el modelo de los “Episodios Nacionales” de Galdós, o los que integran “El laberintomágico” de Max Aub, que siguió el mismo patrón para contar la parte de la Historia de España inmediatamente anterior a la que pretendo narrar yo, aunque están vinculadas por el mismo espíritu, progresan de acuerdo con un esquema cronológico unitario y, sobre todo, comparten personajes. Eso es lo que más me divierte. Aunque los lectores de Inés y la alegría no lo sepan, en este libro van a conocer a un grupo de secundarios del segundo episodio, a la protagonista del tercero y al protagonista del cuarto.

¿Por qué es tan importante la recuperación de la memoria histórica? ¿Se siente en deuda?

Desde el punto de vista narrativo, estrictamente literario, la historia de España en el siglo XX representa un filón de valor incalculable para cualquiera que sea capaz de ponerse de puntillas para mirar unos centímetros por encimade la historia oficial. Allí esperan una inmensa cantidad, calidad y variedad de acontecimientos,personajes, historias que configuran, por sí solas, una épica extraordinaria, de la que este país no habría debido prescindir nunca. Desde el punto de vista moral, la historia del franquismo es también la de la resistencia a la dictadura, la tenacidad, la rabia, el coraje y el sacrificio de una generación de españoles que mantuvieron vivo el sueño de la libertad y la democracia encondiciones dificilísimas, en el contexto de una represión atroz. Y nadie, nunca, les ha reconocido su labor. Esa deuda no es más mía que de todos los demás ciudadanos de este país, que disfrutan ahora el resultado de tanto esfuerzo, pero me parece importante empezar a pagarla.

En Inés y la alegría, hace un recorrido por la memoria y la historia del PC.¿Seguirá el PC siendo el protagonista principal en los próximos libros?

La invasión de Arán fue un proyecto de Jesús Monzón, que representó a la vez un intento de acabar con el franquismo y un asalto al poder en el seno del propio PCE. Por eso, aquí, la cúpula comunista española es tan importante que, efectivamente, se convierte en un protagonista más. En la medida en la que el PCE fue el partido que sostuvo en mayor medida la resistencia contra la dictadura en las peores décadas, los años40 y los 50, seguirá siendo importante, pero sus dirigentes no volverán a ser protagonistas en lo sucesivo, aunque alguno -Heriberto Quiñones, por ejemplo-, asomará en otro momento.

Coménteme estas citas de Inés y la alegría:“No hay vida como la clandestinidad, ni tan mala ni, sobre todo, tan buena.”

Creo que es una opinión muy común entre los activistas que han trabajado en la clandestinidad, un lugar donde el riesgo multiplica las emociones, y realza el valor de todas las cosas.“La historia inmortal hace cosas raras cuando se cruza con el amor de los cuerpos.” Ese es uno de los ejes narrativos de mi novela, porque la invasión de Arán fue posible sólo gracias a la intersección de dos historias de amor, la de Carmen de Pedro, la delegada del Buró Político en Francia, a la que Jesús Monzón sedujo para hacerse con el control del Partido, y la de Dolores Ibárruri con Francisco Antón, un joven dirigente al que logró sacar de un campo francés cuando los alemanes invadieron Francia, por intercesión de Stalin. Si Carmen no se hubiera dejado seducir por Monzón, no habría pasado nada. Si Antón hubiera seguido preso en Le Vernet, donde podría haber tenido noticias de los proyectos de Monzón, seguramente tampoco.

“Estamos a favor de la abolición de la propiedadprivada, pero mientras tanto…”

…estamos perdiendo dinero. Esta frase de Angelita, socia de Inés en el restaurante que montará en Toulouse después de Arán, justifica la paradoja de muchos comunistas españoles, que prosperaron en Francia sólo porque la derrota les impidió abolir la propiedad privada en España.

La mujer vuelve a estar en el centro de la novela, en una historia de guerra, guerrilleros y políticos.

Efectivamente, porque, entre otras cosas, la secretaria general del PCE en 1944 era una mujer, y su delegada en Francia, también. Inés, aunque sea un personaje de ficción representa también a muchas mujeres reales, las republicanas españolas, que supieron ser fuertes en la adversidad, capaces de sacara sus familias adelante sin ayuda, de criar a sus hijos inculcándoles el amor por el padre ausente, muerto o preso, y por sus ideas, e hicieron todo esto, sin desfallecer jamás, compatible con la ternura y los trabajos de la vida cotidiana. Inés, y sus amigas de Toulouse, son un homenaje colectivo a todas ellas.

Si los maquis del Valle de Aran hubieran llegado un poco más lejos se habría instaurado la Tercera República. ¿Cree que la llegaremos a conocer? ¿Cómo celebra el 14 de abril?

Yo tengo esperanzas de morirme en la III República Española. Y últimamente, celebro el 14 de abril varias veces, a veces también el 13, o el 15, o ambos, porque se multiplican las ocasiones, aunque esa noche siempre ceno con amigos.

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