La hermandad del Atlántico – Aitor Zulueta


La Hermandad del Atlántico - Aitor ZuluetaLicenciado en Ciencias Geológicas y consultor medio ambiental, terrenos aparentemente muy lejanos a la literatura. Y estreno literario con una novela ambientada en el siglo XI, protagonizada por un joven vasco, vizcaíno, con ganas de aventuras. ¿Quién es realmente Aitor Zulueta, el artífice de toda esta historia?

Simplemente una persona interesada por la literatura, por la narración y con una cierta inquietud por expresar ideas que entretengan y hagan pensar, aunque eso puede parecer muy ambicioso.

¿Por qué La Hermandad del Atlántico? ¿Cómo, de dónde y por qué te surge la idea de escribir esta historia?
La historia surgió de viajar e imaginar. Puede sonar un tanto convencional, pero el primer impulso lo tuve en el museo de navegación vikinga de Oslo, viendo un drakkar y leyendo los paneles sobre las colonizaciones vikingas. Conocer otros escenarios y vivencias provoca nuevas ideas. La naturaleza es una buena compañera para dar ideas, solo hay que dar rienda suelta a la imaginación. Luego queda unirlas y darles cierta armonía.

La Hermandad del Atlántico se basa en dos historias paralelas separadas por diez siglos, pero que tienden a confluir en un punto.
Por un lado, buscaba un ritmo ágil de narración y motivación para los lectores y por otro, intentar mostrar que diez siglos de evolución y descubrimientos tecnológicos apenas nos han cambiado en lo esencial.

¿Qué envidias de tu personaje principal, Eneco de Baigorri? ¿Se podría calificar como tu alter ego?
Creo que no tiene nada que ver conmigo, salvo la curiosidad y el interés por descubrir cosas y personas nuevas, algo muy poco acorde con nuestra sociedad, más bien aferrada a lo malo conocido que a lo bueno por descubrir.

La novela viene a decir que la curiosidad y las ganas de aprender y de aventura son inherentes al ser humano, sean en el siglo XI como en el XXI.
Así es, de hecho es la clave de la evolución de los humanos, la curiosidad es el motor que lo mueve todo, sin duda, y un valor muy poco apreciado entre nosotros. Es un pensamiento un tanto ingenuo pero quiero pensar que nuestro interés por Marte tiene mucho más de científico, y por tanto de curiosidad, que de económico y material.

¿Por qué ambientar tu novela en Vermelio? ¿Has buscado profundizar en una parte de la historia de tu país?
En absoluto. La historia parte de Vermelio pero creo que puede decirse que es absolutamente internacional, si se permite la expresión. Creo que puede interesar de igual manera a un lector islandés o alemán que a un lector o lectora vascos. La pertenencia del protagonista principal a un entorno es simplemente circunstancial, y se debe exclusivamente al entorno que mejor conozco, lo mismo que Joyce ambientaba sus novelas en Dublín, aunque esta comparación es más un chiste que otra cosa.

La otra protagonista, María de Baigorri, también resulta aventurera y arriesga. El interés por el conocimiento y la aventura no son cuestión de género.
En absoluto, a menudo se asocia a las mujeres con ese contrapunto de cordura y seguridad necesario para equilibrar los espíritus aventureros masculinos, pero no deja de ser un tópico sin sustento, y creo que la historia puede dar fe de ello.

La novela es también un canto a la infancia como motor de una madurez curiosa y abierta a otras culturas, eso si, una infancia ordenada y feliz.
La infancia es la escuela de la curiosidad y, sin duda, la etapa de nuestra vida en la que somos más lúcidos en ese aspecto. Pero tan poco quiero ejemplarizar al respecto, lo de ordenada y feliz no creo que sea imprescindible.

¿Cómo has vivo la experiencia de este primer libro, el salto a la literatura?
Desde luego como algo nuevo, un descubrimiento interesante. En ese sentido, predico con el ejemplo relativo a la curiosidad. Y ha sido un descubrimiento muy interesante para mi, que vengo de mundos tan serios y técnicos como la ingeniería y la consultoría, comprobar que esta industria puede ser muy profesional y rigurosa, muy lejos desde luego de esos estereotipos que pintan a los escritores como una especie de bohemios ingeniosos que encuentran la inspiración en situaciones excepcionales.

Donostia, 04/07/2012. Aitor Zulueta en la presentación de su libro “La hermandad del Atlántico

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