Las claves del proyecto de estado vasco de Napoleón
Joseph Garat, que junto a su hermano Domingo había defendido sin éxito los fueros de Laburdi en 1879 ante la asamblea constituyente francesa, en plena Revolución, propuso años más tarde a Napoleón crear un estado vasco que, bajo el nombre de Nueva Fenicia, agrupase a los territorios tanto del norte como del sur del Bidasoa.
Este proyecto, con frecuencia citado poco menos que como una extravagancia histórica, no fue tal, sino que estuvo plenamente incardinado en las coordenadas de la época. Así lo pone de manifiesto el historiador Iñigo Bolinaga en La alternativa Garat, libro que, quizá por primera vez, pone todas las claves de aquel proyecto al alcance de un público amplio, interesado pero no especializado en la historia del país.
Para ello, no sólo rescata las líneas maestras y aun la letra pequeña de Nueva Fenicia, sino que recrea muchos de los episodios de la vida de Garat. El laburdino no fue precisamente un hombre de acción, pero ocupó tan altos cargos tanto en la República como en el Imperio, que se vio envuelto en episodios decisivos de la historia de su tiempo. Baste pensar que fue el ministro de Justicia en el que recayó la responsabilidad de comunicar a Luis XVI que había sido sentenciado a la guillotina. Posteriormente, en su condición de senador, participó en el golpe de 18 Brumario que elevó a Napoleón al poder, lo que no le impidió conspirar contra él años después, cuando su estrella empezaba ya a apagarse.
No, definitivamente, Garat no fue un intelectual romántico, un visionario como Chaho, sino un político profesional formado en el racionalismo de la Ilustración y “extremadamente” pragmático, lo que refuerza la idea de que su proyecto neofenicio distaba de ser una extravagancia. Además, ¿acaso Napoleón no hacía y deshacía estados por toda Europa a su conveniencia?
De todo esto trata Bolinaga. Lo hace con pluma ágil, recreando personajes y situaciones, de modo que el libro puede leerse como una novela, pero documentada con el rigor del historiador.
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